Conceder el indulto a Alberto Fujimori hubiera tenido igual repercusión internacional; pues todo lo que se relacione al expresidente es de interés mediático. Por otra parte, la fecha elegida para dar a conocer la denegación del indulto, probablemente fue un cálculo político… Pero eso es algo que todo buen gobernante debe saber manejar, los tiempos […]
Por Susana Mosquera Monelos. 17 junio, 2013.Conceder el indulto a Alberto Fujimori hubiera tenido igual repercusión internacional; pues todo lo que se relacione al expresidente es de interés mediático. Por otra parte, la fecha elegida para dar a conocer la denegación del indulto, probablemente fue un cálculo político… Pero eso es algo que todo buen gobernante debe saber manejar, los tiempos y modos de la comunicación… Estas afirmaciones son parte del análisis que hace la doctora Susana Mosquera, experta en Derecho internacional Público.
Susana Mosquera, docente de la Facultad de Derecho de la Universidad de Piura, explica que hubo posible cálculo político, pues la noticia dada el viernes 7, recién pudo ser retomada el domingo 9, “gracias a la feliz distracción que provocó el fútbol. Se le cuestiona al presidente su poca presencia mediática, pero en esta oportunidad ha realizado una buena estrategia de manejo de la información”, sostuvo.
El caso del indulto para el expresidente Fujimori no era nada sencillo: por una parte el país estaba dividido a favor y en contra de esta gracia; y, por otra, había que contemplar las posibles reacciones internacionales ¿qué debía considerar el Presidente?
En primer lugar, el indulto debía ser concedido o denegado considerando únicamente las disposiciones del derecho peruano que regulan esta gracia presidencial. No había normas internacionales sobre el indulto que tuviesen que ser valoradas por la Comisión encargada. No obstante, la política internacional, entendida como las reglas de juego de las relaciones bilaterales y multilaterales de los estados, sí obligaba al Perú a ser consciente de las implicaciones que un indulto indebidamente concedido podía tener. Es reciente el ejemplo del cuestionamiento que la Corte de San José hizo a Argentina por un caso que llevó a este tribunal al análisis de disposiciones internas que, con apariencia de indulto, implicaron la concesión de amnistías.
¿Si Fujimori hubiese sido indultado habría habido rechazo hacia nuestro país de parte de otras naciones y de las organizaciones de derechos humanos?
Sin lugar a dudas si se hubiese concedido el indulto se estaría hablando de ello; como también se habla de su denegación. Todo lo que se relaciona con el juicio al expresidente sigue siendo de interés mediático. Pero, quiero creer que si se ha denegado ha sido con base a razones objetivas, de modo que no hay lugar a crítica alguna. Espero se actúe igual, si en el futuro, con nuevas circunstancias, se presentase otra vez este pedido y fuese concedido.
El presidente o sus asesores y diplomáticos, ¿tendrían que haber estudiado este posible escenario, antes de decidir?
Supongo que el presidente habrá escuchado a sus asesores puesto que el estudio de la concesión de un indulto está en manos de una comisión de técnicos que deben analizar las circunstancias objetivas para su concesión o denegación. Siendo que el escenario de rechazo o aceptación por parte de otras naciones no es una circunstancia objetiva, no creo que haya sido un factor relevante en la concesión de esa gracia. El Perú debe estar orgulloso de haber podido juzgar en sede nacional a un expresidente, por delitos de máxima gravedad, sin que las instancias internacionales hayan tenido que aplicar su control complementario o subsidiario.
Si esto hubiera pasado (rechazo internacional si se daba el indulto), ¿cuál habría sido la mejor manera de salir de estos problemas?
Si por rechazo internacional se entiende críticas y comentarios de medios de comunicación extranjeros, cuestionando las razones objetivas que sirvieron de base para un indulto, no se tenía que actuar de ningún modo frente a ellas. Pero si se refiere a alguna medida de presión sobre el Perú o algún procedimiento de supervisión por parte de instancias políticas o judiciales internacionales, entonces sería importante demostrar que las razones objetivas son reales, verificables y consistentes. De ahí la importancia del trabajo de base que ha hecho la comisión para ofrecer un informe sólido que no pueda ser cuestionado, desde instancias nacionales o foráneas.
Ahora bien, como están las cosas, ¿la familia podría acudir –como mencionó Keiko en una de sus entrevistas– a instancias internacionales para solicitar este indulto?
No sé muy bien qué tiene en mente la familia del reo cuando habla de acudir a instancias internacionales, pero es importante señalar que estas no tienen como objetivo reabrir procesos ya cerrados en el orden interno, sino que solo supervisan que las normas internacionales que ese estado se obligó a acatar han sido efectivamente respetadas en ese caso concreto.
A lo mejor, la familia tiene algún tipo de información, que los medios desconocen, que les permita afirmar que la concesión de este indulto no atendió a las razones objetivas que señaló el presidente Humala, por lo que pensarían en abrir la puerta a una eventual supervisión sobre la supuesta violación de un derecho a la igualdad de trato, por ejemplo, pero nunca lograrían revocar la denegación del indulto en sí, en todo caso podrían obligar a que se analice nuevamente. No obstante, estas “amenazas” internacionales son poco creíbles y atienden más a la frustración y enfado del momento que a una adecuada valoración jurídica de los hechos.
La Haya: ‘Perú en las grandes ligas internacionales’
¿Ha sido acertado comunicar la negación del indulto, cuando estamos muy próximos al fallo de La Haya?
No creo que haya inconveniente para ello, dado que el proceso ante la Haya y el juicio al expresidente son temas completamente distintos. A estas alturas la sentencia del caso Perú-Chile está lista y cocinada, solamente queda servirla en el plato, y siendo como me imagino que será un texto largo y complejo, dudo mucho que un hecho puntual de información interna lo hubiese podido modificar.
¿Qué recomendaría a las fuerzas políticas del país y a la población para que haya un clima de paz en estos días de espera?
Que esperen con serenidad la sentencia y su interpretación por parte de agentes especializados. Que nadie imagine que algo parecido a una situación de conflicto se va a desencadenar como reacción al fallo de la Corte. Es indudable que los pobladores locales –chilenos o peruanos- que viven más directamente las consecuencias de este fallo, pueden estar viviendo una situación de mayor tensión por los eventuales cambios de frontera que se podrían presentar. No obstante, los dos gobiernos han reconocido y manifestado su voluntad de dar cumplimiento pacífico al fallo que dicte la Corte, de modo que ningún sentido tendría que la ciudadanía se preocupase por un clima de conflicto pues no está en la agenda bilateral dilatar el acatamiento de esta sentencia.
Respecto al fallo de La Haya, ¿qué podría ocurrir?
Pueden ocurrir muchas cosas, algunas esperadas y deseadas y otras no. Lo que no va a ocurrir es el llamado ‘fallo salomónico’, porque siempre hay una parte que quiere el todo y a la que solo le darán ‘la parte’. Pero sea cual sea al fallo, Perú debe estar orgulloso de haber buscado una solución a esta controversia por lo que, independientemente de que la Corte asigne o no una mayor extensión al dominio marítimo peruano del que ahora tiene, el Perú ya ha salido victorioso al haber jugado una vez más en las altas ligas del derecho internacional.